Un jardín de líneas minimalistas es sinónimo de elegancia. Aunque muchos piensan que pueden ser aburridos o faltos de vida, nada más alejado de la realidad. Estos jardines se crean con diseños organizados, siguiendo unas líneas que aportan limpieza, serenidad y con un cuidado de la estética extremo. Como la célebre frase de Mies Van Der Rohe, “menos es más”.

En paisajismo cada tendencia históricamente se ha relacionado con un estilo de espacio concreto. El jardín minimalista está estrechamente relacionado con espacios públicos y otros de carácter exclusivo, como conjuntos empresariales, hoteles o lujosas casas de diseño. Pero este estilo es adaptable a cualquier espacio y podemos aprovechar todas sus grandes cualidades para realzar nuestra casa o empresa. Simplemente debemos tener claras las 10 ideas que definen a estos jardines.

1. Estudia el entorno.

Debes tener en cuenta el espacio que rodea al jardín, el estilo de arquitectura que lo limita, sus colores, materiales. Debemos analizar todo para crear un diseño basado sólo en varias ideas claras y con mucha fuerza.

2. Estructura clara.

Las líneas en las que se organiza el jardín han de estar muy bien definidas, consiguiendo dar una continuidad en el espacio. La organización se ha de basar en zonas muy diferenciadas, creando contrastes entre los distintos materiales y la vegetación. Intentaremos utilizar líneas geométricas combinándolas en algunas ocasiones con cambios de ritmo con formas naturales o materiales distintos.

Si tenemos una pared que limite el jardín debemos utilizarla como un fondo uniforme sobre el que ir creando nuestra composición.  Podemos mostrar algunos materiales en su versión más original, como el hormigón visto o maderas preparadas para el exterior pero con aspecto natural.

3. La gama de colores que elijamos será básica para lograr un espacio elegante. Optaremos por colores naturales y discretos. Si queremos incluir algún color fuerte podemos hacerlo, pero sólo uno, creando contraste con el resto de elementos.

4. Mobiliario minimal.

Si queremos crear zonas de relax y contemplación en nuestro jardín hemos de tener en cuenta que la elección del mobiliario de jardín exterior debe ser adecuada e ir en consonancia con el estilo. Piezas de líneas sencillas, dentro de la gama cromática elegida y con un diseño neutro.

5. Iluminación pensada y ordenada.

El aspecto nocturno de nuestro jardín será muy importante. La colocación de luces no ha de ser excesiva. Debemos decidir qué puntos de interés debemos iluminar y las focos indirectos a incluir para mantener una luz de ambiente.

6. El agua, fuente de calma.

Este elemento es el máximo exponente de la tranquilidad y el orden. Puede ser un gran aliado en nuestro jardín minimalista, siempre y cuando lo incluyamos del modo correcto. Debemos encontrar un diseño de líneas simples y decidir a qué nivel incluirlo, si a ras del suelo, como una lámina de agua o piscina, o a través de una fuente decorativa para el jardín o un estanque en altura. En cualquier caso debemos buscar que sean aguas tranquilas, sin demasiado movimiento que rompa nuestro ambiente sosegado.

7. La vegetación en su justa medida.

A la hora de incorporar elementos vegetales hemos de ser muy cuidadosos. El número de plantas será limitado y combinando pocas especies. Debemos tener en cuenta los colores que queremos incluir y también si queremos que alguna especie tenga el protagonismo en el jardín.

8. El actor principal.

Quizás hemos decidido tener una especie vegetal que domina la escena, como un árbol. En este caso, deberá ser en solitario y de una especie de poco tamaño o controlable en su crecimiento, como puede ser un olivo, un tejo o un arce japonés. Deberá estar en un lugar predominante del patio y con luz que lo realce en la oscuridad.

9. Superficies uniformes.

Si tenemos espacios amplios que queremos tratar de manera uniforme nuestros mejores aliados son el césped y la grava o arena.

El césped funcionará bien si queremos cubrir una superficie con efecto moqueta, utilizando tanto el natural como el artificial para jardines que busquen poco mantenimiento. Este lienzo verde podemos compaginarlo con elementos como piedras decorativas, caminos de losas, etc.

Si queremos utilizar arena o grava podemos inspirarnos en las líneas de los jardines japoneses, también combinables con otros elementos, creando formas, pero sin dibujar ondulaciones, esa opción la dejaremos para los patios de estilo zen.

10. Juego de plantas.

Como hemos indicado anteriormente, el número de especies distintas que utilizaremos será limitado, pero también será muy estudiado. Debemos tener en cuenta colores, tamaños y cómo combinarlos entre sí. Podemos crear jardineras o espacios delimitados donde desarrollar nuestras creaciones con esquemas que combinen distintos tamaños y den un toque natural al resto del jardín, con líneas más sobrias.

Una cosa muy a tener en cuenta será la floración y sus colores. Sería ideal que todas las especies la tuvieran en el mismo color, y este dependerá del estilo que sigue nuestro patio. Si queremos dar un toque luminoso y elegante, sin arriesgar, el blanco será nuestro color.

El jardín minimalista tiene muchas virtudes. Tiene un aire muy sofisticado y si el diseño es el correcto, podemos tener un patio con un mantenimiento mínimo, que luzca siempre fantástico. Eso sí, para conseguirlo deberemos conseguir un diseño y una ejecución en obra perfectos, donde cada detalle esté cuidado y rematado. Para ello nada mejor que dejarlo en manos profesionales de confianza, como nuestro equipo Natural Gardens.